¡Vamos a conocer la breve pero intensa historia del País de Comilona!
Un país gobernado por unos soberanos de lo más variopintos, sentados en un trono que, por supuesto, se situaba a la cabeza de una laaaaarga mesa que siempre estaba puesta. De día y de noche. De noche y de día. Aunque, a veces, cuando el rey de turno terminaba con toda la comida…